Coproducir: ¿punto de partida o de llegada? 

Por Lucía Madonno Bentancourt (*), Julia Piazzi Ávila (**) y Florencia Torres (***)

El artículo recupera prácticas extensionistas realizadas desde un programa institucional de la FCS, en vinculación con la Cooperativa de Trabajo “La Victoria”. Las autoras —estudiantes de la Facultad y de otras unidades académicas— reflexionan sobre los vínculos construidos con esa organización y postulan “la coproducción de saberes” como un punto de llegada de la labor extensionista, “en donde se condensan una serie de diferentes prácticas, confianzas a construir, comprensión de las necesidades y posibilidades en tiempos y espacios determinados”.

A partir de nuestra experiencia como estudiantes de la Universidad Nacional de Córdoba, hemos decidido recuperar una serie de prácticas extensionistas que venimos llevando a cabo desde el programa de Economías, Trabajo y Prácticas Asociativas (EtraPS) de la Facultad de Ciencias Sociales (FCS) junto a la Cooperativa de Trabajo “La Victoria”.

En este artículo, reflexionaremos sobre cómo concebimos y realizamos nuestras prácticas extensionistas desde el programa, buscando desentramar la práctica coproducida en donde se ponen en juego los encuentros y tensiones que se hacen presentes a la hora de construir vínculos con otros territorios, en particular con La Victoria, lo que comprende la existencia de diferentes lógicas y prioridades. Debido a ello, reconocemos la necesidad de sistematizar y poner en palabras un trayecto de colaboración e interés temático, bajo el marco de la economía social, solidaria y popular (economía SSyP). 

Acerca del programa “Economía, Trabajo y Prácticas Asociativas” 

El programa ETraPS fue creado en la Facultad de Ciencias Sociales a finales de 2020, con el fin de fortalecer las intersecciones entre extensión, investigación y docencia y el trabajo con las organizaciones sociales, territoriales e instituciones de la economía SSyP. Tiene como base tres líneas de acción: la relación Estado-economías; prácticas solidarias y de gestión en las organizaciones de la economía SsyP; y la formación. Nos interesa recuperar saberes propios de las trayectorias individuales de quienes somos parte del programa ETraPS, las cuales se basan en el tendido de puentes entre extensión e investigación, dando valor a la formación conjunta y al intercambio de conocimientos: la construcción de saberes en una doble vía, desde la universidad al territorio y viceversa. 

Destacamos el carácter interdisciplinar del grupo del ETraPS entre la Licenciatura en Sociología y la Licenciatura en Economía, al sostener un abordaje amplio y diverso, que prioriza el diálogo de saberes y tensiona algunos conocimientos teóricos y aplicados propios de cada disciplina. De ello han surgido obstáculos, limitaciones y fortalezas que creemos también son enriquecedoras en nuestra formación, que nos interpelan desde las distintas y complejas formas que tiene la extensión. Como equipo, establecimos acuerdos teóricos y conceptuales para diseñar una metodología abarcativa que contemple con mayor especificidad las diversas realidades sobre las que se desarrollan los procesos productivos de la economía SSyP.

En esta creciente precarización e informalización del trabajo, entre quienes se quedaron excluidos de la formalidad o nunca tuvieron un empleo y dependen de su fuerza de trabajo para sobrevivir, se configuraron otras formas de producción, de las que emergió la economía social, solidaria y popular (Antunes, 2007). En palabras de los propios actores que la conforman:

Somos los que frente a la miseria nos fuimos inventando algún laburo en la villa, en el barrio, en la calle, en el pedacito de tierra que nos dejaron, en la fábrica que recuperamos, en la feria o la cooperativa; somos los cinco millones de trabajadores argentinos que no tenemos derechos laborales, que sobrevivimos hacinados en las barriadas populares, que no somos tenidos en cuenta en las grandes decisiones nacionales; somos lo que faltan. (CTEP, 2013)

Advirtiendo sobre las demandas de aquellos territorios vinculados a estas formas de economías, donde muchas veces se prioriza la resolución inmediata de la vida y la subsistencia, al existir dificultades en el acceso a las políticas públicas, nos interesa tensionar el lugar de la extensión, su rol y las complejidades en las que se desenvuelve. 

Desde este lugar, durante 2022 en el programa atravesamos un proceso de definiciones y consolidación, reconociendo una serie de desafíos relativos a las necesidades, tiempos y prácticas entre las economías SSyP y la universidad. Identificamos que para la economía social cobra importancia la relación de los sujetos con los territorios que habitan. La mayoría de las organizaciones de la economía popular surge en contextos territoriales específicos y en vinculación con los espacios en los que se encuentran. Suelen conformarse dentro de la identidad barrial como organizaciones sociales que intervienen en la producción del hábitat como proceso colectivo en disputa y construcción de un “lugar” en la ciudad. Por ello, consideramos importante reconocer el significado de estas experiencias autogestivas y cooperativas, que visibilizan la intencionalidad no solo económica sino también política que las atraviesa. Legitimar la autogestión como una herramienta singular y potenciadora en los procesos productivos de las organizaciones asociativas (Peixoto de Albuquerque, 2008).

En este sentido, desde el programa ETraPS decidimos vincularnos con organizaciones de la economía popular, en particular con cooperativas de trabajo. Las mismas son entendidas como asociaciones autogestivas organizadas para la producción de bienes y servicios, en las cuales lxs trabajadorxs que las integran dirigen todas las tareas, aportando directamente su fuerza de trabajo, con el fin primordial de realizar actividades productivas y recibir, en proporción a su aporte de trabajo, beneficios de tipo económico y social. Nos interesa destacar en tanto fundamento teórico de la cooperativa cómo el excedente producido retorna a quienes lo originaron, cuyo fin no es la remuneración al capital (Shujman, 2019).

Nuestro vínculo con la Cooperativa de trabajo “La Victoria” 

“La Victoria” se encuentra ubicada al noroeste de la ciudad de Córdoba, sobre costanera, en el asentamiento La Favela de barrio Villa Urquiza. Conformada por 50 personas, está integrada por trabajadorxs de diversos barrios cercanos (Villa Alberdi, San Salvador, Villa Talita, Villa Siburu y el asentamiento Tacuarí). Es parte de la multiplicidad de espacios que conforman la economía SSyP en la provincia y expresa desde su nacimiento la necesidad de reivindicar el trabajo de cartoneo —recolección y reciclado urbano— atendiendo a su creciente relevancia ambiental y valorización como trabajo socialmente necesario. Transita desde 2013 un proceso colectivo de organización no solo desde la tarea productiva, sino de la vida comunitaria que se despliega en el barrio.

Si bien hace varios años la cooperativa está vinculada a actividades de extensión con la Universidad Nacional de Córdoba, es en 2022 cuando desde el programa ETraPS nos acercamos al territorio impulsadxs por el proceso de redefiniciones que veníamos atravesando. Inmediatamente surge la posibilidad de poder colaborar con la cooperativa en una presentación de proyecto al programa “Producir con equidad-MyPimes con enfoque de género”, del Ministerio de Desarrollo Productivo de la Nación. El porqué de la elección de la convocatoria y el armado del proyecto en sí tuvieron su base en el alto porcentaje de mujeres asociadas y en puestos de dirección de La Victoria. Es así que, en nuestros primeros diálogos compartidos, en reuniones dadas en la universidad y en la cooperativa, surgió la posibilidad de suplir una necesidad que se había identificado hace tiempo, y no se había podido llevar adelante por falta de recursos. En consecuencia, se proyectó la creación de una “guardería cartonera” para La Favela, un espacio de cuidado para lxs hijxs de lxs trabajadorxs, que busca responder a las necesidades propias del rubro. En este sector, en general, las actividades se realizan en horarios diferentes a los de las instituciones de cuidado infantil tradicionales, dificultando no solo la contención de las infancias sino añadiendo una carga y preocupación adicional a quienes llevan adelante las tareas de cuidado —en su mayoría mujeres—, que en algunos casos se han visto imposibilitadas de cumplir con su trabajo por esta situación. De esta manera, la creación del espacio busca mejorar las condiciones de trabajo y desempeño en la cooperativa.

Complementario a este objetivo, se propuso fortalecer, ampliar y profesionalizar el servicio de promoción ambiental y recolección diferenciada, con el propósito de mejorar los niveles de productividad, con miras a lograr la incorporación y especialización de un mayor número de trabajadoras en el área, lo que contribuye al acceso igualitario en la distribución de tareas.

El proyecto fue aprobado y se encuentra en marcha. A partir de esta experiencia, al reconocer algunas necesidades de la cooperativa, el ETraPS decidió presentar un proyecto de beca SEU: “La Victoria cartonera: aportes para el fortalecimiento productivo y de estrategias colectivas en la Cooperativa de trabajo La Victoria”, que estamos llevando adelante en la actualidad.

En este trayecto de trabajo extensionista que venimos realizando, diagnosticamos la existencia de dificultades para acceder a recursos estatales destinados a la economía SSyP. En su momento, el proyecto propuesto al Ministerio de Desarrollo Productivo exigía una presentación digital que requería no sólo el acceso a dispositivos y lenguajes tecnológicos y a red wifi, sino también conocimientos técnicos y contables de uso de planilla de datos. En consecuencia, nuestra definición como equipo fue dar respuesta a través de saberes específicos que además atraviesan el día a día del quehacer universitario, en particular la participación en la formulación y presentación del proyecto. 

(Re) pensar la coproducción

Desde nuestro lugar de estudiantes que empiezan a recorrer un camino extensionista con aciertos y desaciertos, creemos que es importante poner la coproducción de saberes no como un punto de partida si no más cercano a un punto de llegada, en donde se condensen una serie de diferentes prácticas, confianzas a construir, comprensión de las necesidades y posibilidades en tiempos y espacios determinados. 

Creemos que poder reconstruir nuestra experiencia y reflexionar acerca de los desafíos que se presentan durante el trabajo extensionista es de suma importancia, no solo para este equipo, sino además para compartir desde lo más cercano discusiones necesarias para enriquecer la extensión universitaria. Cabe decir que cuando hablamos de estas formas de relación que se construyen desde la extensión y en base a nuestros principios y consensos previos, comprendemos que la coconstrucción con los demás actores es una definición política e intelectual en la que nos afirmamos. Pero, ¿qué es lo que eso encierra? ¿Cómo podemos partir de esa premisa cuando sabemos que las realidades de lxs involucradxs son tan heterogéneas y que eso se materializa en una serie de distancias a la hora de llevar a cabo el trabajo conjunto? Es por esto que entendemos, entonces, que llegar a la construcción de conocimiento es en sí una construcción.

Esto es algo que podemos extraer como un aprendizaje aún en marcha de nuestra experiencia con “La Victoria” y la relación que se empieza a establecer con ella, en la búsqueda y preocupación misma del ETraPS de poder conectar con los territorios para realizar aportes significativos a esos procesos asociativos de trabajo. El programa nace en este compromiso político de poner a las ciencias sociales al servicio de las organizaciones sociales, territoriales e instituciones de la economía social, solidaria y popular. 

Y así nos encontramos en una serie de reuniones con representantes de la cooperativa, donde pudimos ir adentrándonos no solo en la comprensión de sus necesidades, sino en las complejidades y diferentes formas de relaciones que se dan cotidianamente en un espacio que se encuentra configurado por el trabajo y la producción. Para nosotras, quienes escribimos este artículo, es la primera vez que entablamos una relación directa y sistemática con esas estructuras internas, lo que representó una serie de desafíos. En este sentido, nos costó pensarnos útiles para ellxs, reconociendo que veníamos de la universidad y estábamos irrumpiendo en su espacio de trabajo. Comentamos esto como un reflejo concreto de la práctica extensionista, que a pesar de lograr una buena recepción y vinculación con la cooperativa como pares, no fue fácil. 

En el desarrollo del trabajo en el territorio nos encontramos con distintos tiempos, registros y diferentes modos de pensar los procesos técnicos específicos que se realizan. Desde nuestra experiencia en el EtraPS, reconocemos que las organizaciones de la ESSYP tienen tiempos de trabajo urgentes para la resolución de necesidades, que en muchos casos no coinciden con los tiempos académicos. 

Es ahí donde se encuentran las claves para reconocer y codificar esas diferencias y poder generar canales dialógicos que, poco a poco, vayan sedimentando significados en común. Allí creemos que se encuentran claves para que esa idea de la coconstrucción pueda tomar cuerpo, convirtiéndose en un proceso apropiado para los diferentes actores —universitarios y no universitarios— en la producción de algo nuevo, que pueda ir hilando esas diferencias para amalgamar un pensar—hacer novedoso. Asumir ese proceso implica una tarea de descentramiento y de disponerse a ir, venir, reinterpretar, preguntarse e —inclusive— perderse, para construir respuestas siempre tentativas, como lo fue en un inicio nuestra propuesta de acompañamiento técnico; que pudieran ubicar al conocimiento universitario en el devenir del hacer concreto y que, al mismo tiempo, resulte pertinente y apropiable por parte del conjunto de los actores. 

Comentarios finales

Asumimos la escritura de este artículo como un compromiso compartido de sistematizar las prácticas extensionistas. Entendemos que esto no sólo visibiliza la construcción de perfiles profesionales comprometidos con la realidad social, sino fundamentalmente al reconocimiento de aquellas prácticas, en tanto espacios donde se producen conocimiento y metodologías indispensables para nuestras disciplinas. 

Desde esta experiencia, acompañando el proceso, nos planteamos el debate acerca de un conjunto de tensiones sobre el lugar que la extensión debe ocupar, la labor profesional, el reconocimiento social que la universidad tiene. Junto con la identificación de las problemáticas que los territorios y los actores extrauniversitarios presentan, y que no siempre incorporan los debates que quienes hacemos extensión venimos sosteniendo. 

Es entonces que creemos crucial, desde nuestro lugar de estudiantes, poner en relevancia las múltiples experiencias extensionistas que se sostienen desde nuestra universidad como legado de la Reforma Universitaria de 1918. Además, al poner en consideración cómo se llega a dar esa coproducción con otrxs y las dificultades y limitaciones que conlleva, buscamos de esa forma contribuir a los desafíos que el propio quehacer extensionista, en constante transformación, nos presenta. 

(*) Estudiante avanzada de la Licenciatura en Economía de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC).

(**) Estudiante avanzada de la Licenciatura en Sociología de la Facultad de Ciencias Sociales (FCS) de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC).

(***) Estudiante avanzada de la Licenciatura en Sociología de la Facultad de Ciencias Sociales (FCS) de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC).

 


Referencias Bibliográficas

Antunes, R. (2007). El caracol y su concha: Ensayo sobre la nueva morfología del trabajo.

Peixoto de Albuquerque, P. (2008). Autogestión: por una pedagogía política de la precariedad. Revista Estudios Cooperativos Año 13, N° 1.

Shujman, M. S. (2019). Carta del trabajador autogestionario.

 


Otras fuentes consultadas 

Declaración de la CTEP realizada el 1º de mayo de 2013, leída en el acto en conmemoración de los 45 años del 1º de mayo de la CGT de los Argentinos. Disponible en: https://ctepargentina.org/documentode-la-ctep-leido-durante-el-acto-del-1-de-mayo-frente-a-la-cgt-de-los-argentinos/ 

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