La universidad, el futuro y la utopía: reflexiones desde las organizaciones del Consejo Social de la FCS

La universidad, el futuro y la utopía también fueron ejes desde los que conversamos con referentes de seis de las casi 60 organizaciones sociales que integran el Consejo Social de la Facultad de Ciencias Sociales (FCS).

Con la colaboración de dos estudiantes de la carrera de Ciencia Política, Malena Cabral Aubone y Nicole Aylen Cohen, entrevistamos a Ana Falú, como directora de la ONG CISCSA, Ciudades Feministas; a Marco Galán, en calidad de presidente de la Mutual Carlos Mugica, director de Radio La Ranchada y referente de la Unión de Trabajadores y Trabajadoras de la Economía Popular (UTEP); a Gianna Mastro, en tanto integrante de la Mesa de Discapacidad Córdoba; a Elena Cahuana Fernández, coordinadora sociocomunitaria del Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE) y referente de la UTEP; a Nancy Castaño, promotora de educación de La Poderosa; y a Jery Chávez Hermosa, responsable de la Secretaría de los pueblos originarios y migrantes en la Mesa Ejecutiva de la Central de Trabajadores Argentinos (CTA Córdoba) y referente de la Organización de Migrantes Andinos de Córdoba (ODMACOR).

Les hicimos preguntas que contestaron a través de audios de whatsapp, que luego fueron desgrabados. Les consultamos sobre por qué y para qué participaron este año de las movilizaciones en defensa de la universidad pública, cuáles consideran que son los aportes que puede hacer la universidad a un futuro mejor y cuáles son los desafíos de la lucha por la universidad pública. Al finalizar les propusimos que, en pocas palabras, expresaran qué significa para ellxs la Universidad.


Ana Falú, Directora de CISCSA Ciudad Feminista. Integrante del Consejo Social de la FCS.

Un gusto conversar con ustedes, soy Ana Falú, directora de CISCSA, profesora emérita de la Universidad Nacional de Córdoba, directora de una maestría que trabaja sobre los temas de vivienda y ciudad. He sido investigadora de CONICET, o sea, siempre comprometida con la formación académica y con el desarrollo del pensamiento crítico, con el trabajo en equipos, con la formación de recursos humanos, con el pensar, el hacer, el proponer para transformar.

Desde CISCSA estamos comprometidas fuertemente en el apoyo a la defensa de la universidad pública. Es necesario comprender que la producción de conocimiento no es sólo una herramienta que habilita el acceso a un título académico. En la producción de conocimiento, la formación académica involucra las formas de pensar, las formas de producir y pensar qué mundos queremos y serían posibles, y desarrollar conocimientos para lo que nos toca vivir, son necesarias propuestas de transformación para mejorar la vida de toda la comunidad, ¿no?. Y en este momento de auge de conservadurismos, de nostalgias y acciones autoritarias, de instalaciones de discursos del odio, la Universidad y el conjunto de la comunidad académica, universitaria, profesional y de las personas que en ella trabajamos, tenemos la obligación de interpelar estas ideologías que instalan retrocesos impensados en esta mitad del siglo XXI, ¿no? Y plantear la necesidad de responder y cuidar los derechos avanzados en todos los sentidos, y el pensamiento crítico. Creo que esta es la base, lo nodal, el por qué creemos que hay que participar activamente, estar en cada movilización y defender la universidad pública. Porque la universidad es un bien social, no debe ser un bien de élites, ni de grupos sociales, sino un bien de la sociedad en su conjunto, las Universidades Nacionales Argentinas han ganado un prestigio a nivel internacional, de igual manera el sistema científico de nuestro país. La Universidad Nacional, pública, gratuita, es democrática, ha construido democracia, la misma que hoy vive una situación crítica por los recortes y la merma del presupuesto ya golpeado por la inflación, estas casas de estudio vienen sufriendo un fuerte ajuste. La educación es un derecho, la Universidad que ha transformado historias de vidas familiares, la que ha permitido a millones de personas formarse en distintas disciplinas, servir al país, apostando a su desarrollo productivo, tecnológico y científico, está siendo amenazada. Las universidades nacionales, además, apuestan al sentido social de la producción de conocimiento, y distintas gestiones de nuestra universidad han sostenido la tarea de extensión. Por ello la sociedad toda sale a defender la educación universitaria pública, gratuita, accesible para todos y todas.

Con respecto a cuáles son los aportes que puede hacer la universidad para un futuro mejor, creo que sin educación no hay futuro mejor para ninguna sociedad. La educación es la base del desarrollo. Los países destinan un presupuesto mucho mayor al que teníamos hasta hace solo un año atrás, y la educación juega un papel principal en las estrategias de desarrollo. De igual manera la investigación científica. Hay una agenda política, académica, hay una agenda de prioridades, la cual se vincula a la de inclusión social, inclusión de género, una agenda que podemos llamar de las urgencias del presente. Y en este presente tenemos al menos tres grandes urgencias: las obscenas desigualdades en nuestra rica Argentina, el crecimiento de la pobreza, la cual —según el último reporte del Observatorio de la Deuda Social Argentina de la UCA— había alcanzado en marzo del 2024 el 55,9%, y ha crecido la indigencia de una manera realmente aterradora. Entonces, la primera urgencia es la desigualdad, las brechas entre riqueza y pobreza en un país enormemente rico. La segunda urgencia es la inequidad y la omisión de los sujetos sociales, y en este sentido son necesarias las políticas de género, las políticas feministas, que contribuyen a visibilizar a la diversidad del conjunto de sujetos sociales, las cuales todas y todos necesitan de la atención social y la inclusión en las políticas, entre éstas en la formación académica, en las universidades públicas argentinas. Lo cual va unido a generar espacios institucionales que estén atentos al cumplimiento de estas acciones, así como a cualquier tipo de discriminación por portación de sexo, color de piel, o lo que fuera, como motivo de desigualdades y de omisión de sujetos. Y el tercer gran desafío que hoy nos tiene que convocar, que lamentablemente sufre el negacionismo de quienes gobiernan, es la crisis ambiental, avanzar hacia la justicia ambiental, que es también justicia social. Bajo el paraguas y el gran compromiso de los derechos humanos, del cual la Educación es parte.

Entonces, el desfinanciamiento de las universidades y el sistema científico justificado en razones de demandas de presupuestos para el crecimiento económico, es una falacia. Nada afectará más al crecimiento y al desarrollo del país e implicará un retroceso que devaluar la Universidad. Somos en la región —a pesar de tener menos presupuesto asignado que, por ejemplo, Brasil— el primer país en I+D+I. Fabricamos aviones, reactores de energía, venimos demostrando ser un país con formación académica y científica impresionante, a pesar de las crisis, los bajos salarios docentes y los presupuestos asignados para las tareas universitarias.

Respecto a la tercera pregunta, sobre los desafíos de la lucha por una universidad pública, creo que el desafío es poner en valor lo colectivo ¿no? Es poner en valor y reconocer la importancia de lo público. Lo público, como parte de la construcción cultural, la educación pública argentina, como ejemplo y como derecho a sostener. Necesitamos resignificar nuestras Universidades, volver a ponerlas en valor y defenderlas profundamente. Creo que es necesario promover en la universidad no solo lo público, sino estos grandes temas que mencionaba, que hacen a avanzar en la educación con un sentido de inclusión social amplio, diverso y de género, promover el pensamiento crítico, ese que necesitamos desarrollar y agudizar, frente a las desigualdades, las discriminaciones que persisten, la crisis climática y ambiental.

Y no quiero dejar de mencionar un tema, que me parece relevante en la universidad, y que refiere a interpelar las formas de participación: ¿cómo creamos y generamos más comunidad universitaria? ¿cómo hacemos para profundizar esas formas de participación en cada unidad académica y en el conjunto de la Universidad Nacional de Córdoba y de las universidades nacionales?

Avanzar en generar rupturas en las lógicas misóginas patriarcales, que persisten en muchos ambientes académicos de nuestra universidad y en algunos ámbitos científicos, romper el techo de cristal que encuentran las mujeres en sus trayectorias, tanto como estudiantes, como nodocentes, como docentes o como investigadoras científicas. Tiene que haber una agenda universitaria firme de no discriminación, ninguna discriminación, ni por color de piel, ni por origen económico, social, ni por identidad sexual. Tenemos que trabajar en estas líneas, desde cada cátedra, cada instituto, y cada disciplina. Apostar a una universidad más plural, multicultural, más democrática y mucho más pública, mucho más al servicio del conjunto social.

¿Qué significa la universidad pública? La universidad representa ejercicio de democracia, desarrollo de capacidades y de pensamiento crítico, es el espacio que puede potenciar más inclusión. Es central rescatar la capacidad igualadora democrática de la educación pública y gratuita, la que generó en Argentina la extraordinaria movilidad social ascendente.


Marco Galán, Presidente de la Mutual Carlos Mugica. Director de Radio La Ranchada. Referente del Movimiento Carlos Mugica y la UTEP. Docente coordinador de la cátedra de Intervención Pre-profesional en la FCS.

La Universidad aporta a la inclusión de los sectores populares

Como parte del Movimiento de Organizaciones de Base Carlos Mugica, y como parte de la Unión de Trabajadores y Trabajadoras de la Economía Popular, nos movilizamos en defensa de la universidad pública y gratuita. Desde este sector podemos decir, en primer lugar, que la universidad permitió a los sectores populares incorporarse a diferentes procesos de formación, a través de políticas relacionadas a becas y a distintos programas nacionales. En segundo lugar, y fundamentalmente, nos movilizamos porque la universidad nos presta servicios, a través de prácticas académicas, que acompañan procesos de construcción territorial. A partir de proyectos de investigación logramos construir información para darle sentido y profundidad a nuestras disputas en la concertación de políticas públicas. Un claro ejemplo es el trabajo articulado que realizamos desde los programas de extensión, donde avanzamos con las agendas de la economía social, solidaria y popular, vinculadas al trabajo autogestivo, y a los problemas de hábitat, donde ponemos sobre la mesa las demandas de los asentamientos que están en proceso de urbanización. En conclusión, la universidad pública nos brinda un conjunto de servicios, y fundamentalmente en este caso la Facultad de Ciencias Sociales, que nutre y alimenta la disputa de nuestros colectivos por los derechos, al tiempo que nuestras prácticas populares permean en los espacios académicos de formación profesional.

La agenda de economía social solidaria

También nos movilizamos porque encontramos en la universidad, y en la Facultad de Ciencias Sociales —específicamente en su Consejo Social—, un espacio de trabajo, de articulación con muchos otros sectores sociales de distintos movimientos y colectivos. Donde pudimos ir construyendo agendas, creando un espacio de debate en los espacios y en los momentos electorales con candidatos. Creando espacios también para trasladar nuestras demandas a los espacios legislativos, tanto provinciales como los consejos deliberantes, a los distintos espacios políticos… donde, bueno, necesitamos potenciar la demanda de los sectores populares. Y sabemos muy bien que la universidad con su saber instituido, y la posibilidad de nutrir y acompañar las demandas que generamos desde los movimientos populares, contribuye a construir un sentido de una agenda que muchas veces está siendo invisibilizada y postergada por los medios hegemónicos.

Universidad pública… y popular

Tenemos por delante muchos desafíos, entender que la lucha por la defensa de la universidad pública y gratuita ha permitido y permite, como en muchos de nuestros casos, ser la primera generación de profesionales. Y hay que entenderla en un contexto de agresión por parte de un proyecto nacional que tiende a mercantilizar la educación pública, a privatizarla, a excluir a sectores populares de su acceso e imponiendo un modelo social, un modelo de país. Y en ese marco, nuestro desafío a nivel de los movimientos populares es articular con los colectivos docentes, de estudiantes, de nodocentes, los distintos colectivos que forman parte de la Universidad, y con muchos otros colectivos. Porque sabemos que, si bien hay luchas sectoriales, estas se enmarcan también en una confrontación más general de impugnación a un modelo que tiende a destruir las bases sobre las cuales se construyó el Estado de Bienestar, donde hay un piso de derechos sociales garantizados sobre los que este modelo anarcocapitalista intenta avanzar, trasladando todo esto que hemos construido como derechos sociales universales a la lógica mercantil, para que deje de ser abordado por el Estado. Ahí está el mayor de los desafíos que tenemos en el mediano y corto plazo, pero sabiendo que cualquier reivindicación que tengamos va a estar siempre atada a la posibilidad de poner en tensión estos debates y estas discusiones.

¿Qué significa la universidad pública? Es oportunidad y justicia social.


Gianna Mastro, integrante de la Mesa de Discapacidad Córdoba.

Quienes conformamos la mesa, también formamos parte de la Universidad de todes. Somos estudiantes, egresados, docentes, somos participantes de programas de extensión y de investigación que mejoran la disputa por apoyos para la sostenibilidad de la vida.

Creemos que el ajuste y las políticas que está implementando el gobierno de Javier Milei no tienen que ser enfrentadas de manera segmentada. Es por eso que inscribimos la lucha de los derechos de las personas con discapacidad dentro de la lucha por la universidad pública. Somos parte de un colectivo duramente afectado por el ajuste, y también las personas con discapacidad queremos tener el derecho a estudiar y a ser acompañades por profesionales formades en la universidad pública. El solo hecho de habitar la universidad ya cambia nuestras vidas, porque nos permite encontrarnos en la diversidad.

Identificamos como desafío hacer una lucha accesible, en la que puedan participar no solo las personas con discapacidad, sino también todas las personas que necesitan otros tiempos y otras maneras.

¿Qué significa la universidad pública? La universidad significa un mundo de posibilidades. La posibilidad de amasar miradas críticas ante las injusticias sociales, y sobre todo, la posibilidad de encontrarnos en lo colectivo.


Nancy Castaño, promotora de educación de La Poderosa. Estudiante en la Escuela Normal Superior “Dr. Alejandro Carbo” del profesorado en Educación Primaria.

Como organización nos movilizamos en defensa de la universidad pública porque entendemos a la educación como un derecho para todos, no un privilegio, para que cada vez sean más estudiantes de barrios populares que lleguen a la universidad. Participamos desde La Poderosa porque sabemos que la educación es una herramienta de transformación social. No solo defendemos aulas y edificios sino un espacio de crecimiento, participación y debate, donde podemos construir una sociedad más justa e igualitaria con oportunidades para todos.

Desde nuestra mirada, la universidad puede aportar conocimientos que empoderen a las comunidades, generando profesionales comprometidos que respondan a las necesidades de todxs, especialmente de quienes siempre han sido olvidados. La universidad pública es, además, un espacio donde aprendemos a cuestionar, a proponer y a actuar en favor de un futuro mejor.

Sin embargo, esta lucha no es sencilla ni fácil, porque nos enfrentamos a desafíos de recortes presupuestarios, a una desvalorización de la educación y a quienes buscan limitar el acceso de los sectores populares.

¿Qué significa la universidad pública? Para nosotros, la universidad significa igualdad y oportunidad. Por eso la defendemos hoy y siempre.


Elena Cahuana Fernández, coordinadora sociocomunitaria del MTE y referente de la UTEP.

Somos parte de una sociedad que defiende la universidad pública por solidaridad. Si nosotros no apoyamos, si no nos apoyamos entre nosotros, no construimos futuro para nuestros hijos.

Como UTEP, como Movimiento de Trabajadores Excluidos, representando al sindicato del campo popular, nos consideramos parte de todos los sindicatos. Si no estamos unidos, si no tomamos fuerza, no podemos construir una Argentina diferente. Y como sindicato estamos para defender los derechos de los trabajadores, y para estar con quienes también están con nosotros; así juntos podemos construir una Argentina.

La universidad tiene mucho para dar al campo popular, y mucho para trabajar y, estratégicamente, para construir redes y construir desde lo más bajo de los barrios populares. Construir un pensamiento y un sueño diferente. Ustedes tienen los libros; nosotros tenemos la capacidad de los barrios territoriales, pero juntos podemos hacer algo diferente en los barrios populares.

Una gran lucha es que un hijo del barrio popular vaya a la universidad, y se reciba, ya con otra mentalidad diferente de construir unidad colectiva, de pensar colectivamente, no pensar en el yo. Y, sobre todas las cosas, trabajar en favor y para los de abajo. Nosotros somos una pieza, una pata de la mesa, y sabemos que los de abajo levantaremos a la Argentina.

La universidad es la casa de los conocimientos. La universidad va más allá de tener un profesional que piensa en los demás. Queremos una universidad pública que sea para todos y también para traspasar fronteras. La universidad es abrazar al conocimiento, es abrazar al que viene de afuera y que allí, dentro de la universidad, se construya algo colectivo, un pensamiento libre donde nadie te señale con el dedo. Sobre todas las cosas, la universidad es construir pensamientos diferentes y aceptarnos como somos.

La universidad para la UTEP es un brazo muy importante, para que entre el conocimiento al campo popular, a los barrios populares, a la zona territorial. Pero también es un brazo muy importante para mostrar la realidad impregnada, impregnada en los libros escritos, en los libros del conocimiento, lo que vivimos el día a día en los barrios populares. Para mí, para todos los del MTE, es muy importante tener una relación, pensar en el colectivo, construir futuro, el futuro de la Argentina.

¿Qué significa la universidad pública? Derecho y colectivamente.


Jery Chávez Hermosa, referente de ODMACOR (Organización de Migrantes Andinos de Córdoba). Ocupa la Secretaría de los pueblos originarios y migrantes en la Mesa Ejecutiva de la Central de Trabajadores, CTA Córdoba.

Mi nombre es Jery Chávez Hermosa y soy de la CTA Barrial de Córdoba. Creemos que debemos también emitir nuestra opinión con respecto a lo que está pasando con las universidades. Todos debemos defender a la universidad pública y gratuita como obreros, como trabajadores informales, y el pueblo en sí debe defenderla.

La educación es un derecho fundamental porque nos garantiza que todos tengamos las mismas oportunidades de acceder a la educación pública, sobre todo como ascenso social. No es cierto que los pobres somos limitados intelectuales, como nos quieren hacer creer. La pobreza no determina la capacidad intelectual. La pobreza es un problema estructural generado por los gobiernos como éste, que solo miran hacia arriba y no miran donde estamos nosotros, hacia abajo.

Defender la universidad pública y gratuita como instrumento para reducir las desigualdades económicas y sociales, sobre todo para mejorar la calidad de vida, ya deteriorada, no solo por este gobierno sino por muchos iguales que gobernaron insensible y miserablemente.

La universidad es muy importante en nuestra formación crítica, nos hace más conscientes de nuestros derechos fundamentales. Por eso el interés de este gobierno de limitar al pueblo y hacer de las universidades empresas de conocimiento. Quieren anularnos, silenciarnos, como en los tiempos más oscuros de América Latina. Se trata de gobernar aterrorizando, mantener el control y silenciar la disidencia de los débiles para fortalecer sobre todo a los más poderosos.

La Universidad de los trabajadores es importante, por eso debemos defenderla y repetimos lo que todos repiten: la Universidad de los trabajadores y al que no le gusta ¡que se joda, que se joda!

¿Qué significa la universidad pública? Investigaciones sobre condiciones laborales y políticas sociales. Acorta la brecha en el campo del derecho de los trabajadores informales. Acceso al conocimiento, formación política, apertura y trabajo en el territorio.

Previous post ¿Qué significa la universidad pública para vos?. Voces desde la calle
Next post La resistencia al ajuste universitario. Argentina en el contexto latinoamericano: un ejercicio comparativo
Instagram
WhatsApp