Memoria y experiencia: dos escenas de la ex Cervecería Córdoba

Por Luis Darío Salcedo Okuma (*)

La memoria urbana barrial se construye en un entramado entre lo sensorial y la materialidad que rodea a los sujetos que recuerdan. El autor —investigador del Instituto de Estudios en Comunicación, Expresión y Tecnologías y del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas— plantea dos escenas ocurridas en la ex cervecería “Córdoba” de barrio Alberdi (Córdoba), que permiten explorar cómo la memoria se objetiviza en lugares ante la pérdida de una forma de vida barrial, a través de la asignación de valor de memoria a ciertas ruinas materiales. Su destrucción amenaza con la desaparición de todo vestigio de un pasado que se presenta sin continuidad vital con el presente.

La memoria, la mímesis, los lugares de memoria

El presente escrito trata sobre un estudio de memoria urbana barrial. La memoria es tema de numerosos estudios que la ubican como una problemática contemporánea a partir de la década de 1980. Pierre Nora (2008) la opone a la historia, aduciendo que la memoria contemporánea se define por una brecha insalvable entre presente y pasado, producto de los acelerados cambios socioculturales que se expresan a nivel material, simbólico y funcional. Estos cambios se traducen en la pérdida de la centralidad de instituciones, formas de vida y grandes relatos que generaron una nueva necesidad a nivel de la vida cotidiana: preservar la memoria que se halla constantemente amenazada por el olvido.

Por ello Nora reflexiona sobre la necesidad de materializar la memoria en lugares, edificios, prácticas o documentos. La noción de patrimonio se alimenta de esta realidad, instalándose como un valor simbólico, cultural y económico que debe ser preservado.

Podemos deducir que la memoria se ha instituido como un discurso, que entendemos, siguiendo a Roland Barthes (1994), como el sentido socialmente creado que atraviesa todo texto. Como tal, da sentido al presente organizando el recuerdo y delimitando lo que está en riesgo de desaparecer. La memoria es muchas veces denuncia de algo en peligro de ser exterminado, como es el caso que estudiaremos a continuación.

Implicamos en esta perspectiva la noción que Walter Benjamin (2019) tiene sobre la experiencia, ya que nos da luz para elaborar preguntas y reconstruir los vínculos entre el recuerdo y los discursos de memoria. Benjamin piensa la experiencia desde un sentido estético, no separa lo racional de lo sensitivo sino que los piensa en una relación dialéctica. Para Benjamin, el ser humano se relaciona con el mundo exterior mediante la mímesis; es decir, contrapone dialécticamente a todo estímulo externo la acción de buscar semejanzas con el pasado. Si bien la lengua como sistema social “ordena” la realidad, todo sujeto tiene la capacidad sensorial de realizar ante los acontecimientos del presente una lectura mimético-sensorial que los vincula a ciertas imágenes del pasado. Considera que es en este proceso mimético de la experiencia que se organiza el sentido y, a partir del cual, se articula la dimensión expresiva del lenguaje.

El análisis debe realizarse de modo inverso, ya que solo contamos con la dimensión expresiva para poder analizar los procesos de construcción de sentidos de memoria. Por ello analizaremos dos escenas separadas por el tiempo, ocurridas en un mismo espacio: la Cervecería Córdoba de barrio Alberdi, en la ciudad de Córdoba.

En un primer momento describiremos la toma de la cervecería por los trabajadores en el mes de mayo de 1998, para evitar que sea cerrada. La segunda escena, una protesta vecinal frente a la demolición de la chimenea de la cervecería que ocurrió 12 años después. Analizaremos algunas expresiones de esa manifestación ocurrida el 15 de abril de 2010.

La toma obrera de la Cervecería Córdoba

El domingo 3 de mayo de 1998 la Cervecería Córdoba fue escenario de una nueva toma obrera. Esta sería la más larga realizada en la historia obrera del país y sellaría la suerte de la fábrica y sus trabajadores. Los cerveceros venían organizando una serie de protestas y reclamos a la justicia provincial para no perder sus puestos de trabajo. La fábrica había sido comprada por la transnacional CCU-Lucsik y administrada por la empresa subsidiaria Cicsa, que estaba encargada de cerrarla, ya que Luksic planeaba concentrar la producción en la cervecería que había adquirido en la ciudad de Santa Fe.

La decisión de sostener la toma de la cervecería, con la presión del Estado municipal y provincial en contra, se basaba en un impulso vital. Daniel Alvarado, trabajador cervecero, dijo: “(…) de ahí no nos vamos a ir. Todo lo que hagamos para ganar los puntos que ganemos van a ser todo para nosotros, porque lo hemos perdido todo. Entonces lo que hay de la puerta para el otro lado no es muy lindo lo que nos espera, así que entre que nos revienten a palos y maten 4 o 5, a morirse de hambre en la calle es más o menos igual (…) (Facultad de Ciencias Sociales – UNC, 2021, 5m30s).

La toma de la Cervecería Córdoba1 se enmarca dentro de un profundo proceso de reforma del Estado, que había empezado a desarrollarse desde fines de la década de 1970 y se profundizó en las dos décadas subsiguientes, lo que determinó la destrucción del tejido social de los barrios (Salcedo, 2021). La concentración de los grandes capitales, sumada a la desprotección y desmantelamiento del aparato industrial nacional, llevó al cierre de fábricas —como la cervecería—, que articulaba una vida social barrial alrededor de ella. El reclamo de los cerveceros y sus familias era de índole vital. Toda una forma de vida se terminaba con el cierre de la fábrica de cerveza.

La demolición de la chimenea de la Cervecería Córdoba y la movilización vecinal

La mañana del 15 de abril de 2010, el barrio Alberdi amaneció movilizado. Una gran cantidad de vecinos se agolparon alrededor del predio de la antigua fábrica de cervezas, cerrada y abandonada por casi 12 años2, para evitar la demolición de su vieja chimenea. Muchos de ellos habían sido trabajadores de la cervecería. Era la tercera vez que se movilizaban desde principios de ese año para evitar que dinamitaran la chimenea, pero esta vez Euromayor se movió rápidamente y en articulación con la Municipalidad de Córdoba, acordonaron el predio con efectivos policiales. La torre cayó a las 13:15 y el hecho fue titular de los principales medios cordobeses, que días antes advertían sobre el peligro que representaba la vieja chimenea ante la posibilidad de que se derrumbara. La demolición fue noticia de tapa en los principales medios de comunicación, que se refirieron a ella con discursos que oponían por un lado la nostalgia por la desaparición de un ícono del pasado industrial, patrimonio histórico de la ciudad y por el otro, la necesidad de la demolición por el grado de deterioro y el costo que representaría la conservación de la chimenea para la empresa Euromayor (Redacción La Voz del Interior, 2010).

Pero los vecinos discutían otros asuntos. Daniel Alvarado, extrabajador de la cervecería, recordaba la lucha que dieron en la toma de 1998. La imagen del enemigo poderoso que se imponía a la voluntad de los vecinos se actualizaba en este acontecimiento. “Estamos acostumbrados a eso”, decía Alvarado, “seguimos resistiendo”. El discurso terminó con una advertencia: “Vienen por más, no crean que terminan con la chimenea y se termina toda la historia, vienen por más, vienen por todo lo que hay al alcance de la mano” (La Voz, 2010, 0m13s). La destrucción de la chimenea se inserta dentro de una lucha que se remonta a 1998, a la que se define como “resistencia”. La disparidad de poder entre las partes en conflicto es abismal.

La demolición de la chimenea de la Cervecería Córdoba fue la primera de numerosas demoliciones de casonas para construir edificios que empezaron a suceder en el barrio y que mantuvieron movilizados a los vecinos, lo que inició un proceso de organización autogestiva en defensa del patrimonio barrial que se materializó en la formación del movimiento Defendamos Alberdi.

A modo de cierre

Las dos escenas descritas están enlazadas no solo por el espacio compartido, sino por ser parte de un largo proceso de destrucción de una forma de vida barrial y una experiencia que se entramaba alrededor de una fábrica. Sin afán de idealizar este vínculo, entendemos el proceso que va desde la toma de la cervecería hasta la demolición de su chimenea como acontecimientos que se articulan dentro de los procesos de transformación material del barrio y de la ciudad de Córdoba. Estos se pueden comprender, siguiendo a David Harvey (2005), en el marco de la “acumulación por desposesión”; es decir, como mecanismos de reordenamiento del capital (concentración y desplazamientos), que implican la transformación de los espacios y de los cuerpos que los habitan.

El cierre de la Cervecería Córdoba forma parte de un proceso de destrucción de un tejido vital social que desmanteló una forma de vida barrial, iniciando un proceso de vaciamiento y deterioro del espacio público. Transcurrida la primera década del siglo XXI, los espacios del barrio se convirtieron en zonas atractivas para la inversión inmobiliaria. La chimenea de la vieja cervecería abandonada fue el símbolo que quedaba de esa vida barrial perdida y su demolición implicó la destrucción de un objeto-monumento que, siguiendo a Nora, materializaba una memoria que se sentía desgarrada. La chimenea se convirtió en un anclaje de dicha memoria como resto conmemorativo de un pasado ajeno al presente. Que pasó.

(*) Investigador del Instituto de Estudios en Comunicación, Expresión y Tecnologías (IECET) de la Facultad de Ciencias de la Comunicación (FCC) y del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET).


1 Se puede consultar una crónica detallada de la toma en Montes y Ledesma, 1999

2 El predio de la excervecería fue adquirido por la empresa desarrollista urbana Euromayor, que planeó construir seis torres de departamentos. Para una descripción del suceso remitimos a Vaccaro y Salcedo (2019, pp. 175-176).


Referencias bibliográficas

Barthes, R. (1994). El susurro del lenguaje. Más allá de la palabra y de la escritura. Barcelona: Paidós.

Benjamin, W. (2019). Sobre algunos temas en Baudelaire (1939) en Iluminaciones (pp. 269-306). Buenos Aires: Taurus.

Facultad de Ciencias Sociales – UNC (17 de febrero de 2021), Cervecería Córdoba | Proyecto Pueblo Alberdi [Archivo de Vídeo]. Youtube. https://youtu.be/OK5HJQodQLQ?si=8mnOCYY6gkJQNzwN

Harvey, D.(2005). El “nuevo” imperialismo : acumulación por desposesión en Socialist Register 2004 (pp. 99-129). Buenos Aires : CLACSO.

La Voz del Interior (15 de abril de 2010). Vecinos B° Alberdi [Archivo de Vídeo]. Youtube. https://youtu.be/wy7RBzH3tuY?si=lfGH5dG1cxFkW7Kt

Montes, D. y Ledesma, J. (1999). La toma de la Cervecería Córdoba. 105 días que marcaron un camino. Buenos Aires: Ágora.

Nora, P. (2008). Pierre Nora en les lieux de memoire, Montevideo: Trilce.

Redacción La Voz del Interior (2010, 16 de abril). Miradas opuestas. https://www.lavoz.com.ar/content/miradas-opuestas/

Salcedo, L. (2021). Salvar el patrimonio: continuidades y transformaciones en los sentidos del patrimonio urbano en la normativa municipal de la ciudad de Córdoba (1983-2012) en Cuadernos del CIPECO, Vol. 1, Nº 1, enero-julio 2021.

Vaccaro, N. y Salcedo, L. (2019). Cap. 7 Patrimonio histórico y memoria barrial. El conflicto por la cervecería Córdoba en ESPOZ et al Memorias y patrimonios: relatos oficiales y disputas subalternas (pp. 167-194). Buenos Aires: Conicet.

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