Una apuesta a seguir, por las emancipaciones que faltan

Por Fabián Calderón (*)

El libro compilado por Gabriela Rotondi, “Políticas públicas educativas. Intervenciones desde el Trabajo Social”, sintetiza recorridos y aprendizajes en el campo educativo desde el campo disciplinar, a través de múltiples fuentes y experiencias.

Fabián Calderón propone una lectura desde la articulación entre intervención e investigación en los escenarios escolares, e identifica las variables y categorías relevantes del desarrollo de la intervención desde las demandas de los diferentes actores educativos. Plantea también la necesidad de dimensionar la importancia del análisis de la organización escolar, los procesos de institucionalización de los derechos, la ciudadanía estudiantil y los atravesamientos y transversalidades que generan las políticas públicas en una trama de relaciones institucionales.

Los tres bloques que componen el libro adquieren significativa relevancia en tanto se vinculan directamente con una propuesta que, al decir de Calderón, “constituye una apuesta ético-política a ser leída, analizada, comentada y revisitada permanentemente”.

Como graduado de la Escuela de Trabajo Social de la UNC, actual Facultad de Ciencias Sociales, me gratifica compartir esta breve reseña del libro “Políticas públicas educativas. Intervenciones desde el Trabajo Social”, una gran obra académica y profesional, cuya compiladora es la Dra. Gabriela Rotondi, quien fuera mi docente hace unos años.

En primer lugar, me parece oportuno reconocer y destacar en este libro el hecho de que sintetiza recorridos y aprendizajes en el campo educativo desde el Trabajo Social, a través de múltiples fuentes y experiencias: proyectos de extensión e investigación de las colegas, docentes e investigadoras de Trabajo Social y sus equipos de cátedras de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC), Universidad Nacional de Cuyo (UNCUYO) y los trabajos de colegas de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) y Misiones (UNaM). Todas iniciativas que ponen en valor esta producción, no tan sólo para el trabajo social, sino para profesionales que abordan las diversas temáticas en un campo en permanente tensión y disputas de sentidos, por prácticas educativas, culturales e institucionales emancipadoras y promotoras de un buen habitar en las instituciones escolares.

El libro está ordenado en tres bloques: el primero de ellos da cuenta del proceso de encuentro, diálogos, interacciones e interrogantes entre la investigación e intervención en el campo educativo; una recuperación de las experiencias transcurridas durante 18 años como docentes e investigadoras de la UNC. El segundo bloque está relacionado con la intervención específica del trabajo social en el campo educativo; y el tercero se refiere a la intervención social en el campo educativo y en el de las políticas públicas.

En cada uno de ellos, quienes leen encontrarán capítulos que dan cuenta de la articulación entre intervención e investigación en los escenarios escolares, al poder identificar las variables y categorías relevantes del desarrollo de la intervención desde las demandas de los diferentes actores escolares, como así también dimensionar la importancia del análisis de la organización escolar, los procesos de institucionalización de los derechos, la ciudadanía estudiantil y los atravesamientos y transversalidades que generan las políticas públicas en una trama de relaciones institucionales.

La recuperación de experiencias desde la intervención profesional se hace a partir de una mirada federal, con aportes novedosos y significativos en los procesos pedagógicos e institucionales de la educación pública y con las personas involucradas en la misma. También desde una perspectiva de derechos, aparece una mirada garantista e institucional, lo cual muchas veces implica disputas, tensiones, resistencias, movilizaciones y negociaciones, como así también articulaciones e integraciones con otros colectivos profesionales; siempre pensando en el bien común, en las mejoras, en el fortalecimiento de las instituciones y en la generación de condiciones para el ejercicio efectivo de los derechos de niñas/os, adolescentes, jóvenes y adultos en ámbitos educativos.

Esta propuesta constituye una apuesta ético-política a ser leída, analizada, comentada y revisitada permanentemente por quienes transitamos los diversos espacios educativos en sus diferentes modalidades y problemáticas coyunturales y estructurales, con una posición técnica-política abierta, plural, inclusiva, situada, como profesionales que deseamos ser parte de estos desafíos colectivos de construcción y defensa de la profesión en el campo educativo. La lectura de estas reflexiones se hace incluso más valiosa dado que sus autores y autoras han buscado el acompañamiento de los consejos profesionales (Mendoza y Córdoba), como así también de autoridades de gestión educativa y de otros actores vinculados al sistema educativo.

Es una interesante y valiosa propuesta académica y profesional que nos permite transitar la construcción de prácticas profesionales como espacios jerarquizados y especializados, invitando a quienes, dentro de este amplio campo de oportunidades, ejercen la gestión, la investigación, la docencia, la extensión, y se encuentran interviniendo en diferentes espacios formales y no formales de educación o en algún otro ámbito vinculado con la educación pública o de gestión comunitaria y territorial, siempre buscando aportar desde el trabajo social a la defensa de un sistema que garantice y amplíe los derechos individuales y sociales de una educación de calidad.

Como profesional del campo de las ciencias sociales y, en especial del campo educativo, celebro las múltiples voces con acuerdos y debates que se hacen presentes en este libro, como así también la articulación entre academia y colegios profesionales, articulación que deviene en apuesta imprescindible de trabajo conjunto. Esta celebración se constituye en un auspicio de aires nuevos para seguir repensando la escuela como territorio de disputas, de implementación de políticas integrales de cuidados y de acompañamientos en estas épocas poscovid-19; una escuela que acompañe, proteja, cuide, eduque y salve.

Esta obra nos invita también a pensar colectivamente la importancia del rol docente como promotor de buenas prácticas y, sobre todo, del buen vivir y habitar en nuestras escuelas, asumiendo la necesidad de repensar a nuestros estudiantes desde las nuevas subjetividades, realidades materiales, nuevas conectividades y revinculaciones, para que vean en ella un espacio donde proyectar sus vidas.

Por eso celebro esta propuesta de gran sinergia profesional que nos permite pensarnos desde la intervención, como equipos técnicos, como hacedores de nuevas perspectivas de análisis, interrogantes y desafíos en el campo educativo, haciendo caminos en el andar de un sistema educativo federal, que debe ser inclusivo, crítico ante las desigualdades e inequidades no resueltas, pero con grandes potencialidades en los colectivos profesionales desde un hacer situado, comprometido, buscando romper con lógicas binarias de categorizaciones conceptuales, problematizando las lógicas patriarcales y descoloniales presentes en las matrices culturales, institucionales e identitarias de las organizaciones escolares.

Es un momento importante para destacar y proponer, con este material, la convocatoria a un desafío participativo de quienes venimos transitando y recorriendo el campo de la defensa de la educación pública, la producción científica pública y la comunicación como un derecho; en este sentido, resulta imprescindible el aporte de las múltiples experiencias que cada quien tiene desde los diferentes espacios y áreas de actuación. El desafío es materializar y visibilizar los aportes del trabajo social a la educación pública, gratuita, de calidad, con perspectiva de DD.HH, inclusiva, crítica, situada, de género y diversidades, inscripta en las agendas del desarrollo del nuevo milenio ODS 2030 y en una educación emancipadora de los procesos de intervención de la profesión.

En este desafío colectivo, federal y emancipador, este material es un insumo necesario para construir con otres, derribando las barreras geográficas que se presentaron siempre como barreras institucionales, que se han sostenido durante mucho tiempo, buscando generar los encuentros permanentes, presenciales e híbridos, de diálogo y reflexión entre colegas y con disciplinas que articulan el quehacer educativo en nuestro país y en Latinoamérica, a través de foros, mesas federales de debates, seminarios, actualizaciones permanentes, etc.

Hay que seguir andando… como decía el Pelado Angelelli (obispo mártir de La Rioja) y que sea siempre gratificante desde el encuentro educativo, colectivo, académico y profesional. En este sentido, deseo que las reflexiones contenidas en este libro compilatorio sean de provecho para que, en cada territorio, sigamos andando, entusiasmándonos mutuamente, apostando por hacer realidad las emancipaciones que aún nos faltan.

(*) Docente e investigador de la Universidad Nacional de La Rioja (UNLaR). Egresado de la Escuela de Trabajo Social de la Universidad Nacional de Córdoba.

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