Miradas regionales como comunidad científica desde una perspectiva crítica

Por Candela Marumi Frascaroli (*) y Andrea Torrano (**)

Las autoras reseñan el libro “Política, gestión y evaluación de la investigación y la vinculación en América Latina y el Caribe”, coeditado por la Facultad de Ciencias Sociales (FCS) y el Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO), que reúne un conjunto de debates y reflexiones actuales en torno a las políticas y la diversidad de formas en las que se produce, circula, gestiona y evalúa el conocimiento en las universidades de la región.

Para Frascaroli y Torrano, el volúmen -que reúne investigaciones, reflexiones y experiencias- “convoca a revisar las prácticas y las políticas científicas”, al tiempo que busca fortalecer la apertura en la producción y circulación del conocimiento entendido como bien público y común, gestionado por las comunidades académicas de manera no comercial, contextualizado en las universidades latinoamericanas y robustecido por una diversidad de enfoques.

La ciencia es un bien común de cuya construcción y beneficios debe gozar la sociedad toda. Para actuar en consecuencia, es necesario ir más allá de la promoción de la aplicación y transferencia del conocimiento, desnaturalizar los conceptos y mecanismos que la ciencia utiliza para referirse y legitimarse a sí misma, cuestionar los propósitos -manifiestos o implícitos- a los que esta responde y abandonar la pretensión de neutralidad para avanzar en la construcción de conocimientos con perspectiva crítica, sometiendo a la ciencia y a la comunidad científica a escrutinio.

La academia tiene una responsabilidad ineludible en la defensa del conocimiento científico como bien común y en la promoción de una ciencia que se enmarque en los derechos humanos, la justicia social y el cuidado de la vida y el ambiente. Para garantizar esta misión es que se deben revisar los modos en que se produce ciencia y los mecanismos que la misma ciencia utiliza para evaluarse, reconociendo que esto no debería ser necesariamente una instancia burocrático-administrativa, sino que es, principalmente, política. También reconocer la importancia de una ciencia abierta, lo cual no significa meramente fomentar la implementación de políticas y prácticas que garanticen la accesibilidad, sino, además, la participación activa de distintos actores sociales.

Las ciencias sociales cumplen un rol fundamental para reflexionar críticamente sobre los procesos de producción de conocimiento científico, la legitimación del conocimiento (dentro y fuera de la comunidad científico-académica), la aplicación del mismo en la sociedad, su transmisibilidad en las propias instituciones de saber y también para poner en cuestión la identificación que desde la Modernidad se ha realizado entre conocimiento y ciencia, la cual ha dejado de lado saberes populares, comunitarios, feministas, campesinos, indígenas. Como advierte Sousa Santos (2010: 8): se produjo una “vastísima destrucción de conocimientos propios de los pueblos causada por el colonialismo europeo -lo que llamo epistemicidio”.

Con este horizonte, la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Córdoba y el Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales, mediante el Foro Latinoamericano de Evaluación Científica (FOLEC-CLACSO), buscan promover y visibilizar discusiones y reflexiones en torno a los modos en los que se produce, comunica, transfiere y evalúa el conocimiento científico en las universidades de América Latina y el Caribe. Desde una perspectiva crítica, la comunidad científica se mira a sí misma, a sus prácticas, a sus mecanismos y propósitos. Las preguntas sobre qué conocimiento producimos y cómo lo producimos, para qué y quiénes guían este libro.

Como señalan María Inés Peralta y Karina Batthyány, en la Introducción (2021: 15), “desnaturalizar, cuestionar y deconstruir el conocimiento perezoso, el autorreferenciado, el ‘superior’, el inalcanzable, el incomprensible para otrxs, (…) el que no se deja conmover, el que promueve la neutralidad”, es el objetivo común que recorre las páginas de este volumen. El desafío, entonces, es producir un conocimiento que sea activamente crítico y, al mismo tiempo, hospitalario, en el sentido de poder albergar a actores sociales diversxs (cientificx, académicxs, destinatarixs y la sociedad en su conjunto), a sus problemáticas, experiencias, necesidades, inquietudes y deseos.

Liliana Córdoba, Laura Rovelli y Pablo Vommaro, como editorxs de este libro, invitan a reflexionar sobre el rol de la ciencia en la sociedad y el rol de la sociedad en la ciencia. Dichas reflexiones están necesariamente situadas en contextos nacionales y regionales, ya que es urgente que desde nuestras latitudes se pueda cuestionar la ciencia en pos de una ciencia autónoma (no colonizada) y soberana (que responda a las necesidades sociales regionales).

El volumen recoge una serie de investigaciones que señalan diferentes problemáticas en torno al quehacer científico en la región. Se busca comprender el desarrollo de las prácticas científicas y describir los desafíos comunes como problemas de la ciencia en general. De esta manera, ilustra no solo la forma en la que se construyen las subjetividades de los/as científicos, sino también la valoración de los sujetos sobre sus prácticas y experiencias.

Otro núcleo temático aborda las formas de producción de conocimiento, problematizando las vinculaciones entre universidad, ciencias y entornos. Aquí preocupación subyace la pregunta de quiénes participan en la construcción de conocimiento científico y el propósito de promover la vinculación directa entre equipos de investigación y agentes sociales en una producción conjunta del conocimiento. Estas reflexiones también se dirigen hacia las cuestiones epistemológicas que tienen la intención de romper con la herencia colonial del saber científico en pos de producir investigaciones desde una mirada feminista nuestraamericana.

Las representaciones y actitudes de docentes-investigadores/as y en las acciones comunicacionales puestas en juego en sus investigaciones son también indagadas. En este sentido, el vínculo entre ciencia y comunicación no solo se refiere a las instancias de divulgación, transferencia y aplicación del conocimiento, sino que implica un modo de hacer ciencia.

Otro núcleo de cuestionamiento es la evaluación científica y académica, donde se problematiza la no neutralidad de dichos procesos y la pertinencia de sus instrumentos, preguntándose por sus implicancias en la práctica científica. La discusión sobre la (no) neutralidad de la ciencia y sus prácticas, señalando las dimensiones sociales y políticas en las mismas, son abordadas desde el rol social del conocimiento, al destacar su lugar en el proceso de producción y en el desarrollo de las sociedades latinoamericanas.

El bloque de reflexiones y experiencias está atravesado por discusiones en torno a la “politicidad” de la ciencia y sus dinámicas, problematizando la incidencia de las decisiones políticas en la ciencia y poniendo de manifiesto las dimensiones políticas de la construcción de conocimiento científico. Aquí se aborda el rol de las políticas científico-tecnológicas, al sostener que la política y la planificación científicas responden a un determinado proyecto político en el marco del cual prescriben para la ciencia un determinado rol, marcando también su agenda.

Desde las perspectivas metodológicas y epistemológicas críticas de tradición latinoamericana en ciencias sociales, se discute el tradicional paradigma epistemológico sujeto-objeto que diferencia y jerarquiza a los/as investigadores/as y a los sujetos investigados/as, advirtiendo que esas distancias y jerarquías se replican al interior de la academia. El desafío de resignificar los roles de los sujetos involucrados/as en la construcción de conocimiento no es solo una tarea de la academia para con la sociedad, sino también de aquella para consigo misma. En este sentido, son indispensables la introspección y una voluntad no solo metodológica y epistémica sino también política.

Finalmente, se busca aportar al fortalecimiento del cuerpo académico mediante la formación en una investigación orientada al encuentro y al diálogo con distintos actores del medio social en el nivel de posgrado. Con un enfoque crítico de la intervención institucional y partiendo de la movilización del conocimiento como un norte en la investigación universitaria, se señalan retos en esta dirección.

Política, gestión y evaluación de la investigación y la vinculación en América Latina y el Caribe, imprescindible para estudiantes, docentes, investigadorxs, académicxs y sociedad en general, no solo recoge investigaciones empíricas y teóricas sobre cómo se produce, evalúa, comunica y transfiere el conocimiento científico en nuestra región, sino que, además, convoca a revisar las prácticas y las políticas científicas. Porque, como expresa Dora Barrancos (2021), la ciencia es productora de sentidos y de ejercicio de poder. De allí que se haga ineludible disputar los sentidos y poderes que la ciencia genera. En esta dirección el libro hace un aporte fundamental.

En consonancia con la defensa de un acceso abierto a la ciencia, se puede descargar el texto de manera gratuita a través de la página de CLACSO1.

El libro también re-sitúa al conocimiento científico como objeto de indagación de las ciencias sociales -muchas veces sustraído desde posicionamientos cientificistas. Asimismo, propone una mirada más amplia y compleja sobre la ciencia y alienta a investigaciones inter y transdisciplinarias. Si como decía Oscar Varsavsky (1969: 3), se debe estimular una “ciencia no solo revolucionaria, sino revolucionada”, lo cual en la actualidad puede interpretarse como una ciencia emancipada y emancipadora, Política, gestión y evaluación de la investigación y la vinculación en América Latina y el Caribe, orienta el camino hacia una ciencia autónoma y soberana y que promueva una justicia social y epistémica.

(*) Estudiante avanzada de la Facultad de Ciencia Política y Relaciones Internacionales -Universidad Católica de Córdoba. Integrante del Proyecto de investigación SeCyT: “Biosubjetividades: Neoliberalismo, Control y Resistencias” de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Córdoba. candelamfrascaroli@gmail

(**) Dra. en Filosofía. Profesora de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Córdoba. Investigadora del CIECS-CONICET. Coordinadora de investigación del “Instituto de Política, Sociedad e Intervención Social” (IPSIS) de la Facultad de Ciencias Sociales. Directora del proyecto de investigación SeCyT: “Biosubjetividades: Neoliberalismo, Control y Resistencias” de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Córdoba. andrea.torrano@unc.edu.ar

Referencias bibliográficas

Barrancos, D.; MAFFÍA, D. y Testa, S. (2021). “Diálogo desde la epistemología feminista”. Conversatorio moderado por Pía Ceballos. Disponible en: https://www.argentina.gob.ar/movemoselmundo/participacion-representacion/proximas/dialogo-desde-la-epistemologia-feminista

Córdoba, L.; ROVELLI, L. y VOMMARO, P. (eds.) (2021). Política, gestión y evaluación de la investigación y la vinculación en América Latina y el Caribe. Buenos Aires: CLACSO. Disponible: https://www.clacso.org/en/politica-gestion-y-evaluacion-de-la-investigacion-y-la-vinculacion-en-america-latina-y-el-caribe/

De Sousa Santo, B. (2010). Descolonizar el saber, reinventar el poder. Montevideo: Universidad de la República. Disponible: http://www.boaventuradesousasantos.pt/media/Descolonizar%20el%20saber_final%20-%20C%C3%B3pia.pdf

Varsavsky, O. (1969). Ciencia, política y cientificismo. Buenos Aires: Centro Editor de América Latina. Disponible: https://www.trabajosocial.unlp.edu.ar/uploads/docs/clase_no_12__oscar_varsavsky_2014.pdf


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